jueves, 27 de octubre de 2011

Hermano.

Tuyas son las palabras
que no se lleva el viento.
Tuyas son ellas que pincelas
con amor a cada momento.

En ti también anidan esos
esos bellos sentimientos
que en todos estos años
han guardado sufrimientos.

Tus palabras se me quedan
en la garganta sin poder
detenerlas y las lágrimas
me saltan también en mis letras.

Que si por mi fuera
te bajaría cada una de
esas constelaciones
que dices me pertenecen
para hacer de tu vida un
camino de oropel
donde tus lágrimas y las
mías se sequen juntas y
cambien nuestras vidas
de un alocado vaivén.

                               A mi hermano Gaspar.

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