Templanza.

Hay que tenerla
sin ocasionar
vaivenes en la vida
que alocan nuestro
pesar.

Templanza es lo que
falta "paren el mundo
que quiero
 bajar".

Corro,corren,corremos,
quien nos persigue sin
parar.

Estamos apurados y
dejamos atrás, las
cosas más pequeñas
que se hacen grandes al
andar...

...en un caminar
por sendos caminos
que nos guiarán sin
apuro, deténganse
ya.

Fabulosis del amor.

.

Subyugares.

Tan real parece,
que a veces creo
tocarlo con mis
manos y como
invisibles ellas son,
se desvanecen.

Tan real se cree,
que enmudece
al más parlante
y lo enrojece.

Tan real se ve,
que  todos quieren
uno sin saber porque.

Tan consistente es
y resistente que
transcurre en años
sin detener las agujas
metálicas del parecer.

Tan real como
la vida misma
quiere permanecer
aguantando al tiempo
sin envejecer.

Tan así es,
que no pasan
los años, siempre
estuvo allí,indómito.

Tan audaz es,
que traspasa a todos
sea cual sea el color,
el origen, la religión.

Fábulas del amor,
si alguien no tiene
uno subyugate, hoy.

Pobre Navidad.

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  NaviPobre.
  
  En su rostro
  la desolación
  con una caja
  navideña que
  se me atragantó.
  Quería alegrar
  esa mesa,pero
  me sorprendió,
  al mirar con
  desesperación
  que lo que
  llevaba
  en mis manos
  no alcanzaba,
  era poco,
  miserable,
  para sostener la
  pobreza tan grande
  que rodeaba a
  esa mujer.
  En mi pecho me ha
  quedado el horror
  de la tremenda
  falencia que gira
  a su alrededor.
  Esa imagen dolorosa
  no se va a borrar,
  lo sé,jamás, son esas
  fotos que uno guarda
  en ese rincón orbital,
  la cámara registradora
  en ese órgano,
  almacenador y que con
  un botón no borra la
  tremenda injusticia que
  nos rodea sin solución.
  Migajas,sólo migajas,
  dí hoy.
  La bronca enajenada
  sellará lo que esconde
  mi corazón, luchando
  humildemente desde
  mi lugar, por un mañana
  distinto donde halla
  NAVIDAD, pues así
  para mi no la hay.
  
  (MI corazón, a las 24 hs. día 24-12-11,con Barrio Asunción,Paso del REy)

• 
  
• 
  

Disosmia.

Busco, revuelvo,
mezclo, me entronco, 
no encuentro el retorno 
de mi gritar,
silencioso.

Difluyente en mi,
mi todo, se torna
un díes írae en mis
oídos como ecos
sumisos del más allá.

Se disfuma la
sombra disforme
de la duerna
de la dulzania.

Me siento memnónida
del tiempo, donde la
disosmia hace que no
sienta los aromas que
yacen a mi alrededor.

Indómita pasión de
juzgar por lo que observo
y sigue así la mitocondria
de mi centro queriendo
respirar, aún sin poder hacerlo.

Mocedad.

Mitosis contínua del existir,
porque no se puede vivir,
sin sentir.
Anular la mnemotecnia
sería ideal para olvidar
la mocedad, que se
agiganta por irremediables
sucesos que logran trasmutar
hasta los días actuales que
no se van.
Jugar a mitografear,
jugando en redondo,
escribiendo los miedos,
templando cisuras, que deja
el tiempo.
Cambiando los sueños,
por realidades, mirando
sumisos a través de una
pestaña que diga quien
gana en el juego macabro,donde
la muerte gana.