sábado, 3 de marzo de 2012

Si tu no fueras...




Qué sería de la noche
si no existiera el día

sin la pena del hombre
su dicha no viviera...

Así es que sin pereza,
 
la firmeza no fuera
ni el pecado tuviera
su viso de vergüenza

y en dualidades vamos
caminando la tierra,
qué valdría el olvido
sin tu imagen primera;

qué sería de esta alma
sin el calor de quimera
y de esta piel desnuda
que abriga tu espera,

de esos ojos tan dulces
que de noche ardieran
encendiendo mis ganas
y callando mis quejas.

Qué sería de la vida
sin la muerte certera,
yo sería subsistencia
si tú… no existieras…

Si en mis noches de insomnio tu imagen no tuviera, ¿cómo vencer el tedio de tan largas esperas?; ¿a quién robarle un suspiro en la lóbrega sombra, en que el ave descansa, y el ramaje se queja? No sería quien soy si en mí... tú no fueras…