Amores andariegos,
migajas de sueños,
anclan sentimientos,
en un órgano púrpura
que no entiende de
sinsabores que se
desmenuzan en cientode ilusiones, canciones
dedicadas a él, como
tantos suspirares que
quedan allí flotando
como corazones
ambivalentes y
gemelos en arterias
desparejas que corre
sangre dolida por los
aconteceres invisibles
del alma en llamas.
Corazones flotantes,
bajarlos es necesario
para seguir respirando.