lunes, 24 de octubre de 2011

Agorero.

Han pasado tantos años
semejantes a un ayer
no percibo el tiempo,
pues parece que no ha
pasado nada hoy es un
ayer.
Será que en la ilusión
se vuelve a conjugar
en un mismísimo verbo
que es el de añorar.
Vuelven los años,vuelven
los días,que acuñados están
en las mejillas que progresan
y engrandecen el palpitar
en cada parpadear.
Los momentos han quedado
en nuestras retinas, imborrables
ineludibles, acaecerán en nuestras
distancias y el estertor agorero
se hará presente, mientras y
cuando en nosotros esté
el no poseer un tiempo
pasado y siga siendo un ayer
sin visualizar que hay un después.


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