sábado, 10 de septiembre de 2011

Herencia casi maldita.

Lloran mis lágrimas en un paroxismo
de parnaso que no dejan de hablar
que se insertan en mi mente
 sin dejarme pensar.


Quiero callarlos y no puedo
cortarlos en mil trozos
no sirve, porque aún en 
pedazos se aglutinan
trasladando sus padeceres
que necesitan esculpir
en millonésimas palabras
que repican en mi.


Soltarlos a los vientos
servirá solo ,tal vez,
para que vuelvan ordenadas
en partículas de voces
que en silencio aparecen
enlazadas a mi vida
sin poseer.


Posesión casi maldita
herencia a raudales
callarán mis ancestros
ya no puedo silenciarlos
¿Cómo hacer?




Será él quien me lo
diga se lo preguntaré
caudales de respuestas
seguramente hallaré.







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