lunes, 6 de octubre de 2014

Luna en agosto.



En las horas
guardadas
como ave rapaz,
la aparición del
ser mismo
que no se deja
esperar.
Estabas allí,
cuan manantiales
de sentires que
vuelven a repicar
en un pecho
amordazado que no
podía expresar,
el vaivén de
sensaciones
que no dejan de golpear.
Entender los sonidos
que acarician el andar
dejan sin palabras y ahora
se puede gritar:
Sós parte de un todo
y ese todo está acá.