domingo, 27 de mayo de 2012

Oquedad.

Cuando tú no
estas todo es
oquedad.

Cuando no te
encuentro el
vacío es
inmenso.

Cuando las
horas pasan sin
novedad el tiempo
para no deja respirar

Cuando si te encuentras,
encuentro ese maizal,
donde me veo tendida
sin reloj, sin edad.

Cuando caminas
hacia mi la soledad
se va.

Cuando te nombro
mis músculos vuelven
a andar.

Cuando te presiento
la tosquedad se hace
a un lado y el refulgir
empieza a alumbrar.

 Pues todo
se empieza a
regenerar con el sólo
hecho de saber que estas.






Labraste tú, labré yo.

Guareciéndonos de
la lluvia nos veo
mojados con chorros
de agua corriendo...

...Esquivando y saltando
charcos con las manos
entrelazadas sin poder
soltarnos, protegíendonos...

...Nos veo reparándonos
de todo, para que no
nos toque nada ajeno...

...Distinto a nosotros
al amor que tenemos
cuidándonos de todo,
imaginando el momento...

...Circunscribiendo el ahora
que se torna nuestro, escribiendo
a raudales nuestros destinos
que se unieron...

....Elaborando el designio
que labramos muy juntos
y que juntos y unidos,
enmudeceremos nosotros
frente a lo recibido...


Paralelos.





Sorteando vallas
así es el instante,
en el que se está,
en determinados
momentos queriendo
derrumbar a todas
ellas para llegar
a esa meta trazada
esperando que cada
una sea más chica
al avanzar en zancadas.

Sorteando el afán
de lo seráfico
que tiene nuestros
sueños más íntimos,
batiendo sentires
que quedan muy
dentro, entronizando
llegadas, despidiendo
recuerdos, cristalizando
aromas, combatiendo
los miedos, platinando
lo ansiado, amordazando
al silencio.

Acongojando el
cuerpo que intenta
salirse en una
ráfaga fugaz de su
encierro.

Defendiendo lo bueno,
como una trinchera
para que quede el
inmenso, del interior
mismo que sólo nosotros
conocemos, con esa
voz interna que sale
reluciendo, diciéndonos
que la flama está en
paralelo ,al pensamiento
de ese mundo intenso
alineando palabras,
merodeando el éxtasis
de pronunciar un :Te quiero.