lunes, 30 de enero de 2012

La patria.



En los ojos de mi pueblo,
sí desgarran las lágrimas
sufridas del espanto que
acompañan los acordes,
en lamentos escuchando,
las voces en sus gritos,
de dolores de sollozos
inauditos, que ni el
tiempo y la bonanza,
llegarán a borrar,
lo indescripto.
Teñirán de sangre dolorida,
mi gente, mis niños,sus caritas, 
mientras permanezcamos
callados en la Tierra.
La humanidad completa
debería  erguirse frente a lo
observado y dejar de ser
espectadores mirando guerras
sin sentido.
Pues no vale la 
pena es lo más mínimo la
perdida de un ser Humano,
mi hermano, habitante del
planeta en el que vivo.