miércoles, 18 de enero de 2012

Pulverizante.

Sideral nebulosa,
reloj de arena,
del vocablo universal
que comunica, paisajista
de los aconteceres de la
subsistencia que engalanan
las voces  diversas, que
atrapan lo minúsculo de la
presencia, exiliando  el idioma
en espacios diversos,
diversificando a los habitantes
del planeta en lenguajes y jergas
siendo definitivas de lugares y etnias,
siendo ellas pulverizantes en relaciones
humanas que escapan y llegan de forma
cercana o lejana envuelve la esencia,
de la existencia misma de los organismos
en células, irradiando luces que llegan.



Mímesis.




En la mímesis
del espanto tus
huellas con los
pies descalzos,
atravesando los
mares flotando,
buscando la 
génesis misma
de lo actuado,
en un volver
encaramado 
hacia atrás 
para seguir
hallando.

En sintonía
de acordes
enlazados
a la bifurcación
misma de lo
acordado,
parnasiando
hasta el hartazgo.

Conjugando amores
perdidos y otros
que se han encontrados
en torno a las limaduras
del tiempo que los rostros
han dejado, hermenéuticamente
pensados.