viernes, 23 de septiembre de 2011

Un velero.

Eso es lo que quiero,
un velero que me lleve,
a un lugar donde anidan,
mis ensueños.
Unas velas gigantes
que agiten no sólo
el viento,sino mis ansias,
de anclar en algún puerto.
Pues así, hoy me siento,
a la deriva en un soñar
de anhelos que amarran
cada una de mis partes,
a las arenas inhabitadas
de algún desierto.
El ancla ,tal vez, se clave
en el fondo de un mar,
y allí las arenas más blancas
podrán, abrazarme, sin dejar,
que mi barco a la deriva,
se vuelva a escapar, en un
sin fin, de sentires que el
paso del agua borrará.